En el ámbito de las Relaciones Públicas, se destaca la creciente relevancia de los activos intangibles, tales como cultura, identidad, imagen y reputación, que a pesar de no ser registrados en los balances financieros, desplazan progresivamente la importancia de los activos tangibles, que representan la infraestructura material de las empresas.
Profundizando en los Activos Intangibles
Cultura Organizacional: Además de controlar la conducta y orientar las acciones, la cultura, en el contexto empresarial, se relaciona estrechamente con el liderazgo. Los líderes son responsables de crear y administrar una cultura que influya en las prácticas sociales y el comportamiento.
Valores Empresariales: Estos valores, a menudo no visibles externamente, se infieren a partir de las acciones y decisiones tomadas por una empresa. Son fundamentales para guiar el comportamiento y las prácticas internas.
Rituales y Héroes: Los rituales, a pesar de ser superfluos, juegan un papel esencial en la cohesión social y en la identidad de una empresa, incluyendo ceremonias o prácticas simbólicas. Asimismo, los héroes, ya sean figuras reales o imaginarias, personifican modelos de comportamiento y valores dentro de una cultura organizativa.
Símbolos en la Comunicación: Las palabras, gestos, imágenes u objetos adquieren significado y se convierten en símbolos importantes en la comunicación, permitiendo una comprensión compartida entre aquellos que comparten una misma cultura.
Ampliando el Valor de los Activos Intangibles en Relaciones Públicas
El reconocimiento de los activos intangibles como pilares fundamentales en las Relaciones Públicas destaca su impacto no solo en la cultura organizacional, sino también en la identidad y la proyección de imagen de una empresa, enriqueciendo su posicionamiento en el mercado y su capacidad para influir en la percepción pública.
Patricia Díaz Salazar
Publi-Relacionista
